“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.”

(San Mateo 5:14)

Para los hijos de Dios que andamos en luz, nos es imposible esconder nuestra luz, pues bien, somos llamados por Dios a alumbrar en medio de un mundo que vive en tinieblas. Vivimos en un mundo individualista, envidioso, indolente, de labios inmundos y podríamos pasar gran parte de este texto describiendo las conductas de los hombres sin Dios.  Brevemente nos detendremos en explicar cómo en un mundo así debemos ser Constructivo.

Las Escrituras nos relatan de un general del ejército sirio, Naamán. Tenía la peor y la más terrible de las enfermedades de aquel tiempo, la Lepra, pero una niña aun estando cautiva, no temió de proclamar del gran poder de Dios, resultado de esto, Dios curó la enfermedad de Naamán. Que hermoso ejemplo nos deja esta niña, que viviendo días tristes, lejos de su hogar, fue constructiva para esparcir las bondades de este Dios maravilloso.

También la Palabra de Dios nos muestra a un profeta llamado Jonás, que no queriendo hacer caso a lo ordenado por Dios, huyendo, fue tragado por un gran pez. Jonás se arrepintió y dentro del vientre del pez clamó a Dios pidiendo misericordia y como resultado de esto, el pez lo vomitó en la playa y Jonás predicó sobre lo que habría de venir a Nínive. ¿Fue constructivo Jonás?  Sí, ya que el pueblo clamó a Dios y no fue destruido.

Así millares de hombres y mujeres han sido alcanzados por Dios a través de la predicación del evangelio. ¿Cómo está predicando para ser constructivo?  Puede ser con sus hechos; poniendo a disposición de los demás sus talentos, habilidades, gracias especiales dadas por Dios, en el hogar, en el entorno social, trabajo.  Alguien puede decir que no tiene nada que aportar para seguir construyendo un ambiente de paz, tranquilidad, equidad, con justicia. Este tipo de pensamientos los pone aquel que lo único que quiere es destrucción, nuestro adversario el diablo.

La invitación es a que reflexione y encuentre en su interior que don o gracia tiene para contribuir a esta sociedad. No solamente la persona tiene cualidades negativas, sino que también tiene un gran tesoro y riqueza en su ser. Pida a Dios que le diga cuál es ese tesoro que usted tiene para aportar y bendecir a los demás.

Dios le bendiga.