Jehová Jireh
La Sagrada Escritura nos menciona que un hombre llamado Abraham recibió la promesa de Dios que de él haría una gran nación. Este no tenía descendencia, y luego cuando la tuvo, Dios lo somete a una prueba difícil de enfrentar: que sacrificara a su único hijo, Isaac. Ya de viaje a Moriah, su hijo le pregunta por el cordero para el holocausto;
“Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.”
(Génesis 22:8).
Que maravilloso es saber que Dios se preocupa de nuestras necesidades, y no se mantiene indiferente, por muy compleja que esta sea; cuando no están los recursos, cuando una desgracia nos priva de lo hermoso que tenemos, Jehová es nuestra provisión. Podemos encontrar vivencias como la de aquella viuda en Sarepta (1° Reyes 17:9 al 15); cuando Jesús alimentó a una gran multitud (San Juan 6:11 al 13). Dios tiene cuidado de tus necesidades, no sólo en lo material, sino también en cada aspecto de tu vida. La provisión divina es aquella que produce completo bienestar.
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”
(Filipenses 4:19).
Una provisión que se origina en el engaño, el robo o inclusive dañando a otro no proviene de Dios. Debemos buscar aquella que viene de Él, ya que nos permite disfrutar de grandes riquezas. Usted puede pedir a Dios que le dé la provisión que necesita, ya que no ha negado su ayuda a nadie, por el contrario, nos invita a pedir aquello que falta y Él lo proveerá:
“Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
(San Lucas 11:9 y 10).
Lo más bello de todo esto, es que la provisión más importante para el mundo ya fue entregada: Jesucristo, quién, desde el principio fue la provisión para el necesitado de espíritu y para aquel que buscaba llenar su alma con el pan vivo del cielo;
Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, más mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
(San Juan 6:32).

Joel Tapia Corvacho
Coordinador espiritual
Colegio Hoover Peñalolen