El Valor de la Perseverancia
“…Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno. Job 1:21 y 22.
La perseverancia es un valor importante que nos enseña la Palabra de Dios, y que se refiere a la capacidad de ser constante y mantenerse firme en la fe, incluso en medio de dificultades y pruebas. En la Biblia, la perseverancia se presenta como una virtud espiritual que nos llama a confiar en Dios, cuyo ejemplo bíblico es Job, que pese a todas las desgracias, perder a gran parte de su familia, bienes, con enfermedad, se mantuvo íntegro, siempre manteniendo su mirada en Dios, no claudicando en su fe y llegando a decir:
“Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí.” (Job 19:25 al 27).
Las pruebas producen paciencia, y para tener paciencia hay que estar influenciados por el Santo Espíritu de Dios, y esa comunión produce perseverancia aun en los momentos más difíciles de la vida.
Se promete la victoria para aquellos que perseveren. La Palabra del Señor dice: «Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a los que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús». (Filipenses 3:13 y 14).
Podemos ejemplificar la perseverancia cual atleta que se prepara mucho tiempo para una competición; su único deseo es llegar a la meta, haciendo su máximo esfuerzo por lograr los primeros lugares, ahí recibirá el pago o condecoración por el logro obtenido. Los creyentes, salvados, corremos también una carrera y el fin de esta, es la vida eterna; este camino no es fácil ni ligero. Es por ello por lo que la Palabra de Dios nos llama a proseguir a la meta mirándole a Él por sobre todas las cosas.
Estimado lector, ¿Cómo ha sido su perseverancia? ¿Ha sido difícil? clama a Él, pues Él no le dejará solo, su Palabra nos dice en el libro de Isaías 40:29 al 31: Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Sólo con la ayuda de Cristo a través de su Santo Espíritu llegaremos triunfantes a nuestras metas y, las más importante, la vida eterna.

José Muñoz Manosalva
Pastor Asistente Espiritual
Colegio Hoover La Cisterna